MR.
BENETTON Y LOS INDIOS
a
las gentes mapuches
y
a Santiago Maldonado
Un títere trabajando la tierra con
un azandón.
Campesino: Y ustedes, ¿qué
miran? ¿han venido a ver el teatro? Gandules, haraganes. ¿No tienen
nada mejor que hacer? Ya quisiera yo ir a ver el teatro pero cuesta
mucho dinero y tengo que trabajar. Para comer.
Sigue trabajando.
Campesino: ¿Qué? ¿No se van?
¿Es qué han venido a manifestarse? ¿Y qué quieren? Ah entonces
son ustedes mis hermanos. Dejo aquí el azadón y me voy con
ustedes. Ya trabajaré otro rato.
Deja el azadón y se va.
Entra Pedro
Pedro: ¿Siete por uno? siete
¿siete por dos? catorce ¿siete por tres? veintiuno ¿siete por
cuatro?... ¿Siete por cuatro? ¿Me ayudáis? Eso es 28. 28 bancales
he de preparar para la milpa de este año. Bendita sea la
ciencia. ¿Acaso no es útil? Gracias a la matemática sabemos que
son 28 los bancales, 7 por cada uno de los 4 hermanos. Yo soy Pedro,
el mayor, Juan el mediano que vino después, José fue el tercero y
la más guerrera María la pequeña.
Entra Mr. Benetton
Mr. Benetton: Tu indio.
Pedro: ¿Sí?
Mr. Benetton: Soy Mr. Benetton
Repsol. Propietario de esta tierra. Tienes que marcharte.
Pedro: Pues yo soy Pedro a
secas, y de esta tierra yo no me voy.
Mr. Benetton: ¿Cómo no?
Pedro: Pues yo y mi familia la
trabajamos y ella nos da de comer.
Mr. Benetton: Enhorabuena
entonces, sin tierra ya no tendrás que trabajar.
Pedro: ¿Y lo de comer?
Mr. Benetton: “Comer”, los
pobres siempre pensando en lo mismo. No es mi problema, largo de aquí
indio.
Pedro: No señor.
Mr. Benetton: Lo dice la ley, la
tierra es mía y tu te tienes que largar.
Pedro: Yo no conozco esa ley.
Mr. Benetton: Pues espérate
aquí un segundito que ahora mismo te la voy a presentar.
Se va para abajo y le golpea con una
cachiporra que lleva escrito “Ley”.
Mr. Benetton: Esta es la ley. Oh
cayó enfermito y murió. Tendría bajas las defensas. La mala
alimentación seguramente. Que le vamos a hacer. Indio muerto, abono
pa mi huerto.
Se deshace de Pedro. Entra Juan que
es el mismo títere que Pedro.
Juan: Hola señor.
Mr. Benetton: Un fantasma, un
fantasma.
Mr. Benetton se esconde.
Juan: Me confundió con un
fantasma y se escondió. Yo soy Juan, hermano de Pedro y vengo a
buscar a ese señor que mató a mi hermano y quiere robarnos las
tierras que nos dan de comer. Si le ven ¿me avisarán? ¿Señor
Benetton?
Juan comienza a buscarlo. Mr.
Benetton aparece por detrás escapando con sigilo. Cuando el público
avisa vuelve a esconderse.
Juan: ¿Le vieron por aquí?
¿Dónde se metió?
Se repite el juego.
Juan: ¿Por aquí abajo?
Cuando el público le avisa de nuevo
hay una persecución hasta que Juan agarra a Mr. Benetton.
Mr. Benetton: Atrás indio malo
atrás. No me coma señor fantasma se lo suplico.
Juan: No señor no soy un
fantasma. Mi nombre es Juan y soy hermano de Pedro.
Mr. Benetton: Se parece usted
mucho. ¿Seguro que no es un fantasma?
Juan: No señor, vine porque
una vecina me contó que usted lo mató.
Mr. Benetton: ¿Yo? Yo no fui.
Juan: ¿Ah no? ¿Y quien fue
entonces?
Mr. Benetton: Fue la ley.
Juan: ¿La ley? Yo no conozco
esa ley.
Mr. Benetton: Ohhh, pues no te
preocupes yo te la presento. Mientras voy a por ella puedes
preguntarle a estos muchachos quien es.
Se va.
Juan: Y díganme entonces,
¿quién es esa tal ley?
Aparece con la ley y le golpea.
Mr. Benetton: Esta es la ley. No
hay nada que no se pueda resolver con la ley en la mano. Y ahora al
agujero como un perro.
Se deshace de él.
Mr. Benetton: Que susto me dio.
Pensé que era un fantasma. Uno de esos que cuentan sus leyendas. Yo
naturalmente no creo en esas cosas. ¿Vosotros creeis en los
fantasmas? Fantasmas, qué tontería.
Aparece José con un machete que es
el mismo títere que los anteriores.
José: Señor Benetton Repsol.
Mr. Benetton: ¡Ahhh un
fantasma, un fantasma!
José: Mi nombre es Jose y soy
hermano de Juan y de Pedro. Y vine aquí porque una vecina me
contó...
Mr. Benetton toma la cachiporra y le
golpea antes de que acabe la frase.
Mr. Benetton: ¡Muere indio
muere! Por los indios muertos no hay que tener pena, dicen sus
leyendas que hacen florecer la tierra. Así pues para mayor quebranto
de este haremos abono para Monsanto.
Aparece María.
María: Hola señor Benetton, mi
nombre es María y soy su nueva vecina.
Mr. Benetton: ¿Y qué quieres
María?
María: Me han dicho que es
usted hombre de ley.
Mr. Benetton: Así es vecina.
María: Es costumbre en esta
tierra dar la bienvenida a los nuevos vecinos.
Mr. Benetton: Que raros estos
indios.
María: Y así es que le traigo
esta bebida.
Mr. Benetton: Pues muchas
gracias María. Buaj huele a rayos el brebaje. Solo bebo cocacola
querida.
María: Bébala
que es por su bien.
Mr. Benetton:
Que no te he dicho.
María:
No sea usted maleducado que yo misma la he preparado.
Mr. Benetton:
Fuera india, fuera.
María:
Bueno como usted quiera, me la llevo, pero guárdese entonces de los
fantasmas.
Mr. Benetton:
¿De los fantasmas?
María: Sí de los fantasmas.
Sirve para espantarlos y como dicen que en esta tierra murieron tres
hermanos antes de su hora no vaya a ser que vengan por usted.
Mr. Benetton: Bueno
bueno sea María sea. No voy a ser descortés que hay niños
delante y hay que enseñarles modales.
María: Bébala toda y de un
trago, por mi y por mis hermanos.
Mr. Benetton toma la taza y bebe.
Glup glup glup. Empieza a convulsionarse.
Mr. Benetton: Uoggg. Ayyyy. ¿Qué
me pasa? ¿Qué acontece? Me mareo y el culo me escuece.
María: Tiene usted lo que
merece. Esta tierra se defiende, de su ley y de su muerte.
Mr. Benetton: Oh muero, muero.
María: Muere bellaco muere, por
mis hermanos Pedro, Juan y José.
Mr. Benetton cae muerto.
María: Muerto es. ¿Y ahora
qué? Si lo entierro aquí sólo crecerán espinos y no es bueno para
la milpa. ¿se os ocurre algo? Ohhh tengo una idea. Ahora vuelvo.
Va a buscar un palo y lo coloca a
modo espantapájaros.
María: Lo dejaremos aquí
empalado, para espantar pajarracos y buitres. Que vean lo que hacemos
con ellos si intentan robarnos la tierra. Y colorín colorado, este
cuento se ha acabado y al que se quede ahí sentado que se le que el
culo pegado.
Suena la canción “A desalambrar”
de Victor Jara.